La Crisis de los Misiles en Cuba

Desde comienzos del siglo XX, EE.UU. era la potencia hegemónica en el continente americano, donde realizaba intervenciones militares en países iberoamericanos, en defensa de sus intereses, tanto estratégicos como económicos. Después de la Segunda Guerra Mundial, su liderazgo se incrementó con la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA)en 1948, controlada por Estados Unidos. Mediante acciones militares directas o golpes militares promovidos por la CIA se derrocaba a todo Gobierno que intentase nacionalizar empresas o adoptase medidas excesivamente proteccionistas o sospechosas de socialismo (como se hizo en Guatemala en 1954). Paradójicamente, EEUU., en nombre de la democracia, sostuvo a diversos dictadores en toda lberoamérica y, especialmente, en el Caribe. En este contexto, cualquier revolución tenía que mostrarse antiestadounidense para sobrevivir. Esto fue lo que ocurrió con la revolución triunfante en Cuba en 1959, que puso a Fidel Castro al frente del Gobierno de la isla. El régimen de Castro, que evolucionó rápidamente hacia el comunismo, estableció un sistema de partido único e intentó exportar la revolución a otros puntos de lberoamérica. Ante las crecientes presiones y el bloqueo económico de Washington (suspensión de las compras de azúcar cubano), Castro buscó el apoyo de la URSS, que le proporcionó ayuda económica y militar. El peligro y la humillación para EE UU parecían evidentes: el “enemigo comunista” estaba a 150 km. de sus costas, en una isla que había sido casi una colonia suya. Por ello, la CIA organizó una invasión militar con exiliados anticastristas, que desembarcaron en la bahía de Cochinos (1961) con el propósito de derribar al régimen de Castro. La operación fue un fracaso total y Cuba se convirtió en un estado satélite de la URSS. Los soviéticos decidieron instalar misiles en la isla apuntando a Estados Unidos. Se trata de la denominada crisis de los misiles (1962). Estados Unidos bloqueó la isla e impidió el establecimiento de los misiles. Finalmente, la URSS cedió y no los instaló, evitando así lo que todo el planeta temía: una guerra nuclear. Aunque la URSS y su dirigente Kruschev parecieron derrotados ante la opinión
pública internacional, hoy se sabe que lograron sus objetivos secretos: la retirada de misiles estadounidenses de Turquía y la promesa del presidente Kennedy de que no se volvería a atacar Cuba. Esta amenaza de una guerra generalizada supuso el comienzo de una etapa de mayor diálogo y distensión, caracterizada por la tolerancia mutua entre los dos bloques.


Fuentes: http://www.historiasiglo20.org/GLOS/cuba1962.htm