Surgimiento de un Nuevo Orden

Nada más terminar la Segunda Guerra Mundial en 1945, Europa quedó en un estado de cansancio general que había que reciclar. Se habían producido dos grandes guerras en el espacio de apenas treinta años, y los costos habían sido devastadores en lo económico y humano. Deseosos de evitar otro conflicto, la mayoría de los países estuvieron de acuerdo en crear las Naciones Unidas.

Sin embargo, pronto quedó claro que esto por sí solo no garantizaba la seguridad ni la estabilidad a nivel general. La ONU se vio obstaculizada por su falta de poder, así como el hecho de que en realidad no disponía de fuerzas armadas unificadas. Además, la Unión Soviética y los Estados Unidos seguían manteniendo dos sistemas políticos completamente opuestos, y por tanto, seguían gestando la lucha por el poder del mundo.

A pesar de su lealtad durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética seguían manteniendo sus enormes diferencias, unos en el capitalismo y otros en el comunismo. Europa occidental y América del Norte se convirtieron a las políticas expansionistas de la URSS y Europa. Los soviéticos seguían amenazando con que sus fuerzas armadas se encontraban en plena capacidad, y siguieron amenazando la soberanía de países aliados de Estados Unidos, como Grecia y Turquía.

Estados Unidos, una vez que tuvo conocimiento de esto, promulgó la Doctrina de Truman el 12 de marzo de 1947, que garantizaba la ayuda financiera a estos países para reforzar sus defensas contra una posible invasión soviética.

Otra fuente de tensión fue el deseo de la Unión Soviética de mantener sus tropas estacionadas en los territorios de la Europa oriental que había conseguido tras la Segunda Guerra Mundial. Esto daría lugar a una contínua influencia soviética en dichas regiones, y reforzaba la idea de los americanos, quienes pensaban que la URSS pretendía convertir al comunismo a toda Europa. Deseosos de que Europa siguiera siendo un estado democrático, Estados Unidos se sumó a las conversaciones para crear sistemas de defensa.

Las naciones de la Europa occidental ya habían debatido cuestiones políticas con la Unión Soviética. Las posibles consecuencias se manifestaron en el Tratado de Bruselas, firmado en marzo de 1948. Los países firmantes fueron Bélgica, Francia, Luxemburgo, los Países Bajos y el Reino Unido. Su creación puso de manifiesto la determinación de estos cinco países para desarrollar un sistema común de defensa para el mantenimiento de sus ideologías democráticas.

Este mecanismo de protección reforzó los lazos con otros países, para que cada uno resistiera cualquier amenaza política e ideológica de la URSS. Sin embargo, sin la participación y el apoyo financiero de Estados Unidos, la influencia a largo plazo hubiera sido mínima, sobre todo teniendo en cuenta las difíciles condiciones a las que se enfrentaban todos los países después de la guerra.

La toma comunista de Checoslovaquia por parte de la URSS, y el bloqueo del muro de Berlín, terminó de convencer a Europa occidental y América del Norte de la creación de un sistema defensivo. Así se iniciaron las primeras conversaciones para conseguir una alianza más fuerte. La OTAN, Organización del Tratado del Atlántico Norte, fue el producto de estas conversaciones, y terminó de gestarse el 4 de abril de 1949.

Los países firmantes fueron Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Bélgica, Dinamarca, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega y Portugal. Estos países acordaron unirse contra un ataque de cualquiera de los otros países, y por tanto, la OTAN se inició formalmente como un acuerdo militar puramente defensivo.

Alarmados y creyendo que la creación de la OTAN era una sincera amenaza hacia ellos, los líderes de la Unión Soviética comenzaron a argumentar que dicho acuerdo no era necesario, ya que la URSS no era ningún país agresor y que no planteaba ningún peligro ni para Estados Unidos ni para cualquier otro país. Los soviéticos vieron en la creación de la OTAN un acto de agresión dentro de la Guerra Fría.

Posiblemente fue esto lo que dejó en evidencia y en un estado precario en la escena mundial a la URSS. Por tanto, viendo cómo se había puesto el panorama, creó el Pacto de Varsovia, la oposición ideológica a la OTAN. Este pacto fue firmado el 1 de mayo de 1955, y lo englobaba a la Unión Soviética, Albania, Bulgaria, Checoslovaquia, Alemania Oriental, Hungría, Polonia y Rumanía.

A medida que crecía la tensión de la Guerra Fría, la importancia de la OTAN se hizo más evidente.


Fuente: http://historiageneral.com/2009/04/07/la-creacion-de-la-otan-causas-y-consecuencias/